miércoles, 28 de noviembre de 2012

[corpus] máquinas paranoicas


[juntando un poco de material]

"Lo que yo reprochaba al texto de Freud era el hecho de que el psicoanálisis era un verdadero molinete que rompía el carácter más profundo del tipo, es decir su carácter socio-histórico. Cuando se lee a Schreber están el gran mongol, los arios, los judíos, etc.; y cuando se lee a Freud, ni una palabra de todo eso; es como si ese fuera el contenido manifiesto y hubiese que buscar el contenido latente, el eterno papá-mamá de Edipo. Todo el contenido político, político-sexual, político-libidinal, porque en fin, cuando Schreber padre, se imagina ser un alsaciano que defiende Alsacia contra un oficial francés, ahí hay una libido política...




...A la vez sexual y político, el uno en el otro. Se sabe que Schreber padre era muy conocido porque había inventado un sistema de educación: los Jardines de Schreber. El había hecho un sistema de pedagogía universal. El esquizoanálisis procederá a la inversa del psicoanálisis, en efecto, cada vez que el sujeto cuente algo que se relacione, de cerca o de lejos, con Edipo o la castración, el esquizo-análisis dirá: ¡tonterías!. Lo que verá como importante es que Schreber padre inventa un sistema pedagógico de valor universal, que no actúa sobre su pequeño, sino mundialmente: Pan-gimnasticón. Si se suprime del delirio del hijo la dimensión político-mundial del sistema pedagógico paterno, no se puede comprender nada. El padre no aporta una función estructural sino un sistema político. Digo que la libido pasa por ahí, no por papá y mamá, sino por el sistema político. En el Pan-gimnasticón hay máquinas. No hay sistema sin máquinas, un sistema en rigor es una unidad estructural de máquinas, aún si hay que hacer estallar al sistema para llegar hasta las máquinas. Y ¿qué son las máquinas de Schreber? Son máquinas Sádico-Paranoicas, un tipo de máquinas delirantes. Son sádico-paranoicas en el sentido en que se aplican a los niños, de preferencia a los niños pequeños.
Con esas máquinas los niños permanecen tranquilos. En ese delirio la dimensión pedagógica universal aparece claramente: no es un delirio sobre su hijo, es un delirio sobre la formación de una raza mejor. Schreber padre actúa sobre su hijo, no como padre, sino como promotor libidinal de un investimento delirante del campo social. Que el padre esté ahí para hacer pasar algo de delirio, esa ya no es, seguramente, la función paterna, pero el padre actua aquí como agente de trasmisión con relación a un campo que ya no es el familiar, sino que es un campo político e histórico. Una vez más, los nombres de la historia y no el nombre del padre.

El sistema de Schreber padre tenía un desarrollo mundial (cinturones de buenos modales). Era una gran máquina social y al mismo tiempo, esparcida en la máquina social, llena de pequeñas máquinas delirantes sado-paranoicas. Entonces en el delirio del hijo seguramente está el papá, pero ¿como interviene? Interviene como agente de trasmisión en un investimento libidinal de un cierto tipo de formación social."

(...)

"Vemos entonces la relación del psicoanálisis y del capitalismo: si es verdad que en el capitalismo los flujos se descodifican, se desterritorializan constantemente, es decir que el capitalismo produce al esquizo como produce dinero, toda la tentativa capitalista consiste en reinventar territorialidades artificiales para inscribir a la gente, para volver a atarla vagamente"

(...)

"Schreber no sueña sobre cuando hacerle el amor a su mamá, sueña que se hace violar como niño alsaciano por un oficial francés, eso depende de algo más profundo que Edipo, a saber la manera como la libido inviste las formaciones sociales"

(...)

"Todo el desarrollo del psicoanálisis se ha hecho en el sentido de la sustitución por el fantasma en la seducción real y sustitución por la castración en Edipo"

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"La familia ya no asegura la custodia y el ocultamiento de un real demasiado potente. Uno se dice: ¡uf! al fin vamos a tener una relación con lo real extrafamiliar; ¡ah, no!, dice Leclaire, pues lo que releva a la familia, lo que deviene el guardian, el disimulador desvelador de lo potente real, es el gabinete del analista.
Ya no te haces triangular, edipizar en tu familia, eso ya no funciona, vendrás al divan a hacerte triangular y edipizar, y en efecto, añade Leclaire: "sí, el diván psicoanalítico se ha convertido en el lugar donde se desarrolla la confrontación con lo real". La confrontación con lo real no se hace sobre la tierra, en el movimiento de la territorialización, reterritorialización, de la desterritorialización, se hace sobre está tierra podrida que es el diván del analista. "

(...)

"el psicoanálisis, tanto como el capitalismo, encontrándose frente a flujos descodificados del deseo, encontrándose frente al fenómeno esquizofrénico de la descodificación y de la desterritorialización, eligen construir para ellos una pequeña axiomática. El diván, tierra última del hombre europeo de hoy, su pequeña tierra en sí."

(...)

"a través de cada ser que amamos, lo que investimos es un campo social, son las dimensiones de ese campo social, y los parientes son agentes de trasmisión en el campo social (...) Se hace el amor, y en el sentido estricto del término, se lo hace a través de su mujer, inconscientemente, con un cierto número de procesos económicos, políticos, sociales, y el amor ha sido siempre el medio por el cual la libido alcanza a otra cosa que a la persona amada, a saber todo un corte del campo social-histórico, finalmente siempre se hace el amor con los nombres de la historia."

(...)

"el último problema del esquizo-análisis no es solo el estudio positivo de las máquinas deseantes, sino el estudio positivo de la manera en que las máquinas deseantes proceden al investimento de las máquinas sociales, sea formando los investimentos de la libido de tipo revolucionario, sea formando los investimentos de la libido de tipo reaccionario."






por cierto, voy a revisar pero estoy bastante seguro que el que fantasea con ser un oficial que defiende Alsacia es Schreber hijo. de todos modos, no modifica el argumento en nada.

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